Cuando a una persona le diagnostican hipertensión arterial suele ser bastante habitual que su médico le reduzca o incluso elimine su consumo de sal a través de la dieta.
La clave está, por un lado, en eliminar de nuestra dieta aquellos alimentos ricos en sal, y en descubrir algunas pautas o consejos de salud básicos útiles a la hora de reducir la sal en nuestra dieta.
Pero teniendo en cuenta que la sal destaca por su contenido en sodio, y que el sodio es un mineral esencial para nuestro organismo, la clave está en buscar alternativas a la sal que nos aporten ese sodio necesario para el correcto funcionamiento de nuestro organismo.
Y es que estas alternativas, completamente saludables, pueden ser consideradas como auténticos sazonadores naturales, que además de ser sanos nos aporten sabor y aroma a nuestros platos.
Los mejores sazonadores naturales
Los sazonadores naturales cuentan con la ventaja que son sazonadores saludables, generalmente bajos en calorías, que además de aportarnos sabor y aroma a nuestros platos, nos ayudan a sustituir la sal de los mismos.
Además, como son naturales, nos aporten mayores beneficios y propiedades que la propia sal en sí misma.
A continuación te resumimos los principales sazonadores que podrían convertirse en una opción saludable y natural excelente para tus platos como sustitutos de la sal:
Especias y hierbas
Son los mejores sustitutos y alternativas a la sal que existen desde un punto de vista no solo natural, sino también nutricional. Dependiendo del plato que vayamos a comer o que estemos preparando, la elección de una especia u otra nos aportará un sabor o aroma diferentes.
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Albahaca: aporta un fuerte aroma a los platos. Ideal para combinarlos con pastas, arroz, tomates, huevos, berenjenas y pimientos.
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Anís: hierba muy utilizada en platos salados. Es capaz de realzar el sabor de las ensaladas y verduras hervidas, mientras que en postres aporta un sabor algo más dulce y aromático.
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Eneldo: tiene un aroma delicado y un sabor algo picante. Es ideal añadirlo a platos con patatas, pescado (como el salmón), sopas y guisantes.
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Estragón: parecido al perejil, aporta sabor a verduras, ensaladas, mostazas y salsas.
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Hinojo: parecido al anís, pero con un sabor más fuerte. Es útil en ensaladas, pescados o sopas.
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Laurel: mejora el sabor de platos con carne y caldos, como estofados o guisos.
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Orégano: es la más conocida de la cocina italiana por su uso en pastas, pizzas o ensaladas, gracias a su poder aromático.
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Perejil: aporta un toque diferente a los platos a los que es añadida. Combina muy bien con ensaladas o platos con huevos.
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Tomillo: utilizado para aromatizar una gran variedad de platos, entre los que destacan calabacines, patatas o berenjenas.
Productos sazonadores comerciales
En la actualidad podemos encontrar una gran variedad de sazonadores comerciales que cumplen básicamente la misma función que las especias, hierbas y plantas indicadas en el apartado anterior.
Pero añaden una ventaja (aunque pueden no ser tan naturales): ya vienen preparados directamente para su uso culinario, no teniendo que lavarlas, secarlas, cortarlas y triturarlas.
Caldos caseros y comerciales
Se convierten también en otra opción dentro de los diferentes sazonadores naturales que nos pueden ayudar a reducir el consumo de sal en nuestra dieta, pero sin quitar sabor a nuestros platos.
Aunque los caldos caseros son siempre la mejor opción, también podemos encontrar en el mercado caldos que vienen en bricks, fáciles de utilizar, consumir y almacenar.
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