Si bebes habitualmente agua tónica es bastante posible que en alguna que otra ocasión, al leer su etiqueta, te hayas percatado de un aviso que reza tal que así: “contiene quinina”, o básicamente “contiene una fuente de quinina”.
El motivo por el que este compuesto se utilice en este tipo de bebidas es su capacidad para potenciar su sabor, convirtiéndola en una bebida con ese característico sabor amargo que tantísimo las caracteriza. Por ello en algunos países este tipo de bebida es también conocida con los nombres de agua quinada o aguaquina.
También conocida con el nombre de chinchona, consiste en un alcaloide de origen natural, de apariencia blanca y cristalina, la cual es producida por unas especies pertenecientes al género Cinchona. Básicamente se trata de un estereoisómero de la quinidina.
La historia de la quinina
Durante muchísimos años la quinina se obtenía de la corteza del árbol de la quina, un árbol oriundo del Perú , que encontramos sobre todo en la selva lluviosa de Amazonia. Esta corteza era muy utilizada por las culturas precolombinas del Perú, Ecuador y Colombia por sus efectos curativos y medicinales. De hecho, después del descubrimiento del Nuevo Mundo, sus propiedades fueron reconocidas en Europa en el año 1631, cuando el jesuita Alonso Messia Venegas llevó la corteza de quina a Roma.
Durante la segunda mitad del siglo XVIII se llevaron a cabo distintos estudios botánicos de varias especies de quino. Entre esas variedades nos encontramos con la Chinchona, sobre la que existió una atención casi especial por una curiosa leyenda que aseguraba que había curado a la esposa del virrey del Perú, la condesa de Chinchón.
A partir de aquellos momentos el uso de la corteza se impuso como remedio natural para una amplia diversidad de afecciones, destacando sobre todo su uso como febrífugo. Por ello comenzó a ser vendida a precio de oro y cada vez era más y más demandada.
¿Para qué sirve la quinina?
La quinina se convierte en uno de los principales compuestos de la tónica, una popular bebida carbonatada en la que se utiliza quinina como aromatizante, gracias a que le aporta su sabor característico amargo. No obstante, dado que a dosis altas puede causar efectos secundarios, la FDA americana ha limitado su concentración a un máximo de 83 ppm (aproximadamente cuatro milésimas del que se emplea médicamente para diferentes tratamientos médicos).
Precisamente por su aporte en quinina, el agua tónica aporta algunas propiedades, como por ejemplo: es una bebida digestiva al inducir la secreción y reflejar las glándulas salivares y gástricas, además ejerce una vascularización de la mucosa gástrica.
Por otra parte, también se convirtió en el principal compuesto utilizado en el tratamiento médico de la malaria, hasta que fue sustituido por otros medicamentos sintéticos muchísimo más eficaces, como por ejemplo es el caso de la primaquina, la cloroquina o la quinacrina. No obstante, aún se utiliza la quinina en los tratamientos de malarias resistentes.
A su vez, también aporta otros beneficios terapéuticos. Por ejemplo, es un reconocido antipirético, analgésico y antipalúdico.
Imágenes | ISTOCKPHOTO/THINKSTOCK
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