Las patatas son unos alimentos que se caracterizan sobretodo por ser uno de los más consumidos, no solo por su riqueza nutricional, sino por su grandísima versatilidad a la hora de elaborar una diversidad interesante de recetas y platos cuanto menos deliciosos.
En el apartado dedicado a su aporte nutricional, nos encontramos con que son especialmente ricas en hidratos de carbono complejos, de forma que es un alimento útil para mantener a raya los niveles de azúcar en la sangre, al aportar energía de forma paulatina. ¿Sabías que también es rica en vitamina C? También aporta potasio, un mineral útil a la hora de controlar la hipertensión.
Echando un vistazo a nuestro calendario de alimentos de temporada, dependiendo del tipo de patatas que se vaya a consumir podremos encontrarla en una época o en otra. Así, por ejemplo, mientras que la temporada de la patata nueva comprende los meses de marzo, abril y mayo, la patata vieja la encontraremos sobretodo en los meses de octubre y noviembre.
Al momento de prepararlas para su cocción, seguramente que en sus brotes o incluso en algunas partes de la patata habrás encontrado un llamativo color verde. Se trata de sonalina, una sustancia que la patata fabrica para defenderse de hongos e insectos.
Aunque es una sustancia poco peligrosa para nuestro organismo, puede llegar a intoxicarnos.
Por tanto, si bien es cierto que cuando las patatas son comercializadas se controlan sus niveles de solanina, por precaución lo más recomendable es eliminar bien esas zonas verdes al momento de prepararlas. En caso de que vayas a comerlas fuera de casa, no es tampoco aconsejable consumirlas con su piel ya cocinada si presentan este tono verdoso.
Comentar