Cuando hablamos de seguir una vida lo más sana y saludable posible (que es sencillo y fácil si en definitiva te lo propones), prestamos especial atención tanto en la propia alimentación como en la dieta que seguimos día a día. Y es que es importantísimo que, por un lado, la alimentación sea sana y saludable, mientras que –por otro-, la dieta sea equilibrada.
En este punto nos encontramos con algo fundamental: cómo distribuir las comidas y los alimentos a lo largo del día. ¿Por qué? Muy sencillo: una correcta y adecuada distribución de los alimentos nos garantiza un correcto aporte de nutrientes, sobretodo de manera adecuada.
¿Cómo distribuir las comidas a lo largo del día?
Muchos nutricionistas aconsejan realizar cinco comidas al día, destacando 3 comidas importantes (como el desayuno, la comida y la cena), y 2 más ligeras (preferiblemente a media mañana y por la tarde).
El desayuno
¿Cuántas veces no has dejado de desayunar simplemente porque no tenías hambre? Incluso hay personas que tienden a no desayunar nunca, convirtiéndolo en un hábito. Sin embargo, se trata de un grave error, ya que se convierte en una de las comidas más importantes del día.
El desayuno nos aporta energía, suficiente y necesaria para comenzar el día y garantizándonos así el correcto aporte de nutrientes para un buen rendimiento tanto físico como intelectual.
No deben faltar los hidratos de carbono de absorción lenta, como el pan y los cereales integrales. Tampoco deben faltar bebidas vegetales (como por ejemplo la leche de arroz o de avena) y una o dos piezas de fruta.
A media mañana (almuerzo)
Es recomendable optar por un yogurt desnatado, una pieza de fruta o un puñado de frutos secos. No debemos llenarnos mucho, ya que el objetivo fundamental es el de mantenernos con energía y saciados hasta el momento de la comida, ya que precisamente nos encontramos a media mañana, entre el desayuno y la comida.
Comida
Es el momento ideal para desconectar del trabajo o la universidad y compartirlo con la familia o con los amigos. Supone el 35% del reparto de calorías a lo largo de la jornada, y se aconseja comenzar con un plato de cuchara o una ensalada y luego optar por segundos platos, como por ejemplo pescado o carne magra.
Merienda
Es una opción útil para aportar a nuestro organismo un poco más de energía, pero siempre de manera moderada y sin abusar. Por tanto, se aconsejan piezas de fruta, yogurt desnatado o un pequeño bocadillo vegetal.
No se aconsejan productos como la bollería, los dulces y las golosinas.
Cena
Es importantísimo que cenemos al menos 3 horas antes de irnos a la cama, y que no sea mucha comida, ni muy pesada para no sufrir de digestiones pesadas y problemas para descansar bien.
No se recomiendan los alimentos fritos, grasos o muy condimentados, y sí alimentos ricos en hidratos de carbono de absorción lenta.
Imagen | Ralph Daily
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