Aunque la cerveza sea una de las bebidas con alcohol más consumidas junto con el vino, es cierto que sobre ella también existe mucha controversia relacionada directamente con las dudas que derivan de si en realidad se trataría de una bebida que engorda, y sobre todo, si su consumo regular sería o no el adecuado atendiendo a que verdaderamente nos encontramos ante una bebida con alcohol. No obstante, sí es cierto que se trata de una bebida que aunque tiene alcohol presenta un bajo contenido alcohólico, en comparación con otras.
Como de buen seguro sabrás, se trata de una bebida que es el resultado de la fermentación mediante levadura del mosto elaborado con malta de cebada y aromatizada con lúpulo. Por ello su sabor es ligeramente amargo y su color amarillento (más o menos oscuro), aunque su apariencia final y su color dependerá directamente del grado de tostado de la malta de cebada, que es en definitiva la que determina el tono que adquiere la cerveza.
Sobre sus cualidades cualidades nutricionales, al ser una bebida elaborada con lúpulo, cebada y malta se trata de una bebida que aporta interesantes nutrientes esenciales, como es por ejemplo la presencia en su composición de vitaminas del grupo B (sobre todo B1, B2 y B3), así como minerales como el potasio, magnesio, calcio y sodio, además de ser una bebida muy rica en polifenoles, unos antioxidantes naturales que ayudan a reducir la acción negativa de los radicales libres y previenen el envejecimiento prematuro de las células.
El consumo moderado de cerveza no modifica la circunferencia de la cintura o la cadera
Según ha comentado recientemente el doctor Fernando Goñi, del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital de Basurto (Bilbao) en la ponencia ‘Bebidas fermentadas y obesidad’ que se celebró en el marco de la 57º edición del Congreso de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), el consumo moderado de cerveza con alcohol y sin alcohol no modifica la circunferencia del brazo, la cadera y la cintura.
De hecho, como ya han podido constatar algunos estudios científicos, la cerveza puede perfectamente formar parte de una alimentación saludable ya que su consumo moderado no causa un aumento de peso. Como manifiestan muchos estudiosos, es bastante probable que estos resultados se deban sobre todo a la baja cantidad calórica que posee esta bebida fermentada, ya que una caña de 200 ml. solo aportan 90 Kcal, mientras que la versión sin alcohol con la misma cantidad aportarían solo 34 Kcal.
Por otro lado, otros estudios científicos ya han avalado que la cerveza puede formar parte de la Dieta Mediterránea, convirtiéndose así en un buen acompañamiento en las comidas debido a su baso contenido alcohólico y calórico, su composición en ingredientes naturales y su altísimo contenido en vitaminas y minerales.
Por tanto, siempre que sea consumida con moderación por individuos adultos y sanos, la cerveza lejos de engordar produciría efectos positivos para el organismo.
¿Cuándo no estaría recomendado el consumo de cerveza con alcohol?
A pesar de ser una bebida beneficiosa no debemos olvidarnos que, en caso de optar por la cerveza tradicional, nos encontramos ante una bebida con alcohol (aunque sea de baja graduación). Por tanto, debemos prestar especial atención a las principales contraindicaciones de la cerveza con alcohol; o lo que es lo mismo, cuándo no estaría aconsejado su consumo:
- En caso de diabetes, ya que el alcohol aumenta el riesgo de sufrir un episodio de hipoglucemia, sobre todo si la persona no ha comido nada.
- Personas con afecciones, enfermedades y trastornos hepáticos (en el hígado).
- En caso de alcoholismo.
- Ante el consumo de medicamentos.
En caso de que te encuentres entre alguna de estas situaciones lo mejor es optar por la variedad sin alcohol, que te seguirá aportando todos los beneficios nutricionales que te aporta la cerveza tradicional.
Imágenes | ISTOCKPHOTO/THINKSTOCK
Vía | La Información
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