No hay duda que todas las personas han tenido en algún momento de su vida el estómago sensible: sensación de presión intensa y revoltura, malestar estomacal, sensación de vacío grande situado en la boca del estómago… En estos casos, cuando se trata de una molestia puntual, lo más habitual es que las causas estén relacionadas con algún problema estomacal; por ejemplo, una determinada comida puede haber caído mal o pesada, o bien se ha comido mucho, lo que a su vez causa hinchazón.
Pero existen algunas personas que sufren este problema prácticamente cada día, aún sin haber encontrado una causa clara que expliquen sus molestos síntomas. Se dice que presentan el estómago sensible, pero a ciencia cierta no conocen si –por ejemplo- se debe a la existencia de una gastritis nerviosa, una gastritis por Helicobacter Pylori, o incluso ante la presencia del conocido como hígado graso, un trastorno cada vez más común que puede ocasionar molestias estomacales o hinchazón. Tampoco podemos olvidarnos de posibles intolerancias a determinados alimentos, como es el caso de la intolerancia a la lactosa (que ocasiona malestar pero no suelen ser graves, como sí ocurriría con las alergias alimentarias), o de los nervios, el estrés y la ansiedad.
En estos casos, cuando se sufre de estómago delicado prácticamente todos los días y sobretodo cada vez que se come, en primer lugar lo más recomendado es acudir a nuestro médico, quien podría prescribirnos determinadas pruebas y derivarnos al especialista digestivo. La clave, obviamente, está en identificar la causa que provoca esa debilidad estomacal.
Síntomas del estómago delicado
Cuando una persona sufre de estómago delicado, suele indicar la presencia de los siguientes síntomas:
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Sensación de revoltura.
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Presión intensa en el estómago.
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Sensación de vacío grande, que se sitúa en la boca del estómago.
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Dolor y malestar estomacal.
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Presencia de gases.
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Diarrea.
Tratamiento del estómago sensible
La clave está en conocer la causa real que ocasiona que nuestro estómago sea tan sensible, ya que en ese caso, si existe un tratamiento médico que ayude a solventarlo o bien controlarlo nuestro médico nos lo prescribirá.
Por ejemplo, en caso de que nos encontremos ante una gastritis causada por infección con la bacteria Helicobacter Pylori, los tratamientos de elección son los antiácidos, los bloqueadores de histamina 2 y los inhibidores de la bomba de protones (IBP).
Si se trata de un malestar estomacal causado por alguna intolerancia, la clave está primero en diagnosticar qué alimentos la ocasionan para luego eliminarlos de la dieta.
Consejos para estómagos sensibles
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En la cocina: opta por cocinar siempre al horno, a la plancha, hervidos o al vapor. Evita sobretodo los platos muy elaborados y los alimentos fritos. Antes de cocinar las verduras retírales la piel, ya que algunas de ellas son irritantes (es el caso por ejemplo de los tomates y de los pimientos). Opta por caldos preparados en casa, evitando los industriales que puedes encontrar en el supermercado.
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En tu alimentación diaria: lava bien la fruta y pélala siempre antes de comerla. Por otra parte, es recomendable evitar las frutas ácidas (como es el caso de los cítricos o los kiwis). Sustituye el café por infusiones y evita aquellos alimentos que sean muy dulces.
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Haz entre 5 a 6 comidas diarias. También se recomienda disminuir la cantidad de alimentos que comas en cada ocasión, para evitar sobrecargar el estómago.
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Consume más yogures: preferiblemente yogures desnatados, los cuales ayudan a reestablecer y cuidar tu estómago.
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Sustituye el pan: y opta por pan tostado o por el pan dextrinado.
Imágenes | Holly Lay / babykins.
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