El Bisfenol A, también conocido como BPA es un producto químico que se utiliza para fabricar elementos que todos utilizamos a diario: Latas de alimentos y bebidas, biberones, recibos de compras…
Su presencia es tan común en objetos cotidianos que un estudio del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades señaló que más del 90% de la población de Estados Unidos tiene alguna traza de esta sustancia en su organismo, aunque eso sí, en unos niveles que están por debajo de la dosis diaria tolerable; se estima que los datos en Europa son similares.

¿Dónde podemos encontrar el Bisfenol A?
Esta es una sustancia que, aunque las empresas cada vez prescinden más de ella, todavía se puede encontrar en un amplio abanico de productos que todos utilizamos a diario como por ejemplo latas, botellas y plásticos.
También en biberones, CD y DVD, electrodomésticos e incluso equipamientos deportivos. En el caso de los alimentos, generalmente el BPA aparece como recubrimiento en latas de comidas y bebidas.
¿Cuáles son los efectos del Bisfenol A en la salud?
Desde que esta sustancia comenzó a considerarse como peligrosa, se han realizado muchos informes con el fin de determinar cuáles son sus efectos para la salud. No obstante, en algunos casos los resultados de los informes han sido contradictorios uno con otros, lo cual no ha hecho más que aumentar la desconfianza de las organizaciones de consumidores con respecto al Bisfenol A.
Algunos de los estudios más fiables, publicados en la prestigiosa revista científica de la American Medical Association, señalan que, incluso a niveles muy bajos de concentración, el BPA puede causar enfermedades graves tales como: Diabetes, obesidad, infertilidad, cáncer de mama, cáncer de próstata, trastornos cardiovasculares, alteraciones en el desarrollo cerebral y trastornos del comportamiento.

Tips para minimizar su exposición
Como hemos señalado, el bisfenol A se encuentra en elementos que todos utilizamos a diario. No obstante, hay una serie de consejos que conviene tener en cuenta para minimizar al máximo la exposición al BPA:
- Latas: Son precisamente las latas uno de los productos en los que más Bisfenol A puede encontrarse. Por lo tanto, se recomienda minimizar el uso de las conservas envasadas; el BPA se utiliza en el revestimiento de las latas y puede filtrarse en el contenido de los alimentos.
- Vidrio: Actualmente existen muchísimas opciones para no utilizar los envases plásticos, como puede ser el vidrio en el caso de las bebidas. Por ejemplo, a la hora de consumir aceite es más recomendable hacerlo de aquel que esté embotellado en vidrio.
- Reutilización: Es habitual que por ejemplo las botellas de plástico las reutilicemos una y otra vez. Pues bien, no es recomendable reutilizarlas más de dos o tres veces ya que con el tiempo liberan más fácilmente el Bisfenol A.

¿Qué dicen las autoridades sanitarias del Bisfenol A?
La Autoridad Europea para la Seguridad Alimentaria (AESA) advierte que los niños de entre 3 y 10 años son los que están más expuestos a esta sustancia porque su consumo de alimentos con respecto a su peso corporal es mayor que la que se da en otras edades.
Además, señala que alrededor del 23% de las mujeres embarazadas en nuestro país están expuestas a altos niveles Bisfenol A, lo cual supone un gran riesgo para sus hijos, los cuales tienen más posibilidades de sufrir cáncer de pecho en su edad adulta.
La Agencia Nacional de Seguridad Sanitaria de Francia (Anses) declaró ilegal el Bisfenol A en el año 2011. En España todavía no existe una legislación que prohíba la fabricación de productos con tal componente; no obstante, cada vez más compañías apuestan por no utilizarlo.

Se estima que a alrededor de un 95% de la población occidental se le puede detectar la presencia de esta sustancia en el organismo a través de un análisis de orina o de sangre. Si bien todavía no se conoce con exactitud cuál es la dosis máxima que podemos tolerar antes de que el Bisfenol A cause daños a la salud.
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