Parece que por primera vez podemos hablar de la creación de la primera hamburguesa producida en el laboratorio, y no –precisamente- a partir del cuerpo de una vaca, lo que se podría convertir en el primer paso para la producción de carne de forma mucho más sostenible, ahorrando sufrimiento a los animales y con un menor impacto medioambiental.
Para su creación, los investigadores de la Universidad de Maastrich (Holanda) extrajeron células madre del hombro de una vaca. Con ellas crearon cultivos que, durante tres semanas, se fueron desarrollando y multiplicando. Luego, esos grupos de células se pusieron en otros recipientes en los que dichas células comenzaron a organizarse formando pequeñas tiras de músculo, las cuales finalmente pasaron a formar las hamburguesas.
El resultado es más que evidente: según afirma la experta en nutrición Hanni Rützler, “es algo cercano a la carne”; aunque la nutricionista echó de menos la grasa que tiende a acompañar al músculo propio en las hamburguesas animales.
Preguntados a los investigadores por la seguridad y los riesgos de este producto elaborado en el laboratorio, aseguran que “es el mismo tejido que la vaca y es carne”, de manera que “no tiene por qué ser menos seguro que la carne normal”.
Muchas ventajas, no solo económicas sino también medioambientales
Aunque pueda parecer difícil pensarlo, lo cierto es que las vacas son ineficientes a la hora de producir alimento: para producir 15 gramos de proteína animal se requieren 100 gramos de proteína vegetal.
No obstante, con el nuevo sistema, dado que se tienen controladas todas las variables, es posible mejorar la eficiencia, se ahorraría espacio y se reduciría la deforestación, además de que todo ello se haría sin producir metano como sí lo hacen las vacas.
Además, y he aquí lo más importante, no se infligiría sufrimiento a los animales, como sí ocurre con la forma actual de producir carne.
Vía | El Diario
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