La consuelda es una planta medicinal que pertenece a la familia de las “Boragináceas” y su nombre científico es “Symphytum officinale”. Las propiedades medicinales de la consuelda son: demulcente, vulneraria, emoliente, astringente, expectorante, pectoral y tónico.
Las partes que se utilizan de la planta son las hojas, la raíz y rizoma. Mientras que sus principios activos que encontramos en esta maravillosa planta destacan los siguientes: mucílagos, taninos, alcaloides, resinas, alantoína, gomas y aceite esencial.
Nos encontramos ante una planta medicinal que se utiliza por sus diversas propiedades para tratar y curar diferentes afecciones como las úlceras gástricas y la hernia de hiato.
Por sus propiedades astringentes es apropiada para tratar casos de hemorragias, así como para calmar la tos irritativa, a la vez que actúa como expectorante (antiguamente se utilizaba para las afecciones anteriores, en la actualidad su consumo interno no es aconsejable).
La consuelda se utiliza de forma externa para curar heridas superficiales, ya que ayuda a cicatrizar.
Esta planta medicinal podemos conseguirla en herbolarios, parafarmacias, tiendas de productos naturales, online y en diferentes formatos como, hojas secas, raíz seca, en cápsulas, en tintura para uso externo, en gotas bebibles y en aceite esencial.
Para utilizar la consuelda en uso interno es mejor dejarse guiar y consultar con los profesionales terapéuticos ya que la consuelda consumida internamente puede resultar tóxica por su contenido en alcaloides tóxicos por lo que debemos hacerlo bajo prescripción u orientación.
Aunque por sus propiedades ha sido utilizada internamente para tratar afecciones como úlceras gástricas, bronquitis, no es aconsejable su consumo interno.
Los remedios naturales de consuelda que a continuación facilitamos son para uso externo no para ingerir.
Cómo preparar remedios caseros con consuelda
Gárgaras de consuelda para las encías
Este remedio para hacer gárgaras lo prepararemos con 20 gramos de hojas de consuelda secas y medio litro de agua mineral.
Ponemos el agua a hervir y una vez que comience a hervir añadimos la consuelda. Bajamos el fuego y mantenemos hirviendo durante 20 minutos. Colamos el preparado y lo dejamos enfriar. Una vez frío ya podemos hacer las gárgaras.
Este preparado es eficaz también para hacer buches además de gárgaras.
Compresa de consuelda para golpes y hematomas
Para este remedio primero prepararemos una infusión con 2 cucharadas de hojas secas de consuelda y medio litro de agua hirviendo.
Ponemos el agua a hervir y una vez que esté hirviendo agregamos la consuelda. Apagamos el fuego y dejamos reposar durante media hora. Dejamos enfriar y colamos.
Una vez fría humedecemos una compresa, gasa o pañuelo y lo aplicamos sobre la zona afectada.
Infusión de consuelda para las llagas en la boca
Para preparar este remedio necesitamos 3 cucharaditas de planta seca de consuelda y una taza de agua mineral.
Hervimos el agua y añadimos las cucharaditas de consuelda. Apartamos del fuego, tapamos y dejamos reposar durante 10 minutos. Colamos la infusión y la dejamos enfriar.
Una vez fría ya podemos hacer los enjuagues para las llagas de la boca. Podemos hacer enjuagues cada 3 horas.
Cataplasma de consuelda para forúnculos
Prepararemos este remedio con hojas frescas de consuelda.
Necesitamos unas poquitas hojas frescas de consuelda cada vez que vayamos a preparar la cataplasma que machacaremos y pondremos sobre el furúnculo.
Mantenemos unos 5 minutos. Esta cataplasma de consuelda ayuda a desinfectar y a reducir la inflamación. Este remedio podemos aplicarlo 2 o 3 veces al día.
Contraindicaciones de la consuelda
Como hemos dicho anteriormente la consuelda no es aconsejable consumirla o ingerirla porque por sus contenidos en alcaloides tóxicos puede resultar tóxica o dañina.
Por tanto es aconsejable dejarse guiar por los profesionales terapéuticos cuando vayamos a adquirir algún formato en la que venga presentada esta planta medicinal, así como seguir las indicaciones de los prospectos.
La consuelda está contraindicada en los siguientes casos:
- En caso de embarazo.
- Durante el periodo de lactancia.
- En niños.
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