El pescado se encuentra recogido entre los alimentos más sanos e importantes en nuestra dieta, en una dieta saludable y equilibrada el pescado debe estar presente al menos dos o tres veces en la semana.
Es un alimento lleno de nutrientes y beneficios para nuestro organismo, su aporte calórico es bajo, es una buena fuente de proteínas, vitaminas liposolubles e hidrosolubles, minerales, y aminoácidos esenciales Omega 3 presente sobre todo en los pescados azules, estos aminoácidos esenciales nos ayudan a prevenir el colesterol malo y proteger nuestra salud cardiovascular.

Entre los distintos nutrientes del pescado podemos mencionar la presencia de proteínas de buena calidad (lisina, metionina, cisteína, treonina y triptófano). Por otro lado, es muy rico en grasas saludables, aunque el contenido de grasas de los pescados varían en función del tipo de pescado blanco, semigraso, o pescado azul.
Por ejemplo, el pescado blanco aporta un 3% de grasa e incluso menos, el pescado semigraso entre 3% y 5% de grasa y el pescado graso entre 5% a 15%, convirtiéndose así en la variedad con mayor contenido y aporte graso.
Por otro también aporta vitaminas entre las que podemos mencionar la presencia de vitamina A, B1, B2, B3, B12, D y E. Y minerales, destacando el aporte en potasio, calcio, fósforo, yodo, hierro, cinc y magnesio.
Como hemos dicho anteriormente es importante a la hora de comprar el pescado fijarnos en una serie de consejos o detalles que nos ayudaran a saber diferenciar el pescado realmente fresco.

Consejos para reconocer el pescado fresco
Lo ideal sería tener cerca una pescadería de confianza en la que sepamos que el pescado que nos venden es fresco y sobre todo saber qué días de la semana llega el pescado a la pescadería para comprarlo recién llegado.
Los consejos de los mayores de la familia siempre nos vienen bien y seguro que más de uno de nosotros y en más de una ocasión hemos escuchado consejos como este cuando teníamos que ir a la pescadería:
“Fíjate en los ojos del pescado para detectar su frescura, deben estar saltones no hundidos, y con brillo”.
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Además de estos sabios consejos debemos tener en cuenta:
- Las bandejas de exposición donde el pescado se encuentra debe de estar en posición inclinada, cubierta de hielo y el pescado encima para que se mantenga fresco.
- El pescado nunca debe de estar expuesto al sol.
En cuanto al aspecto del pescado nos fijaremos en:
- Los ojos: Deberán estar abultados, brillantes y saltones.
- Las agallas: deben tener un buen color, tono rosado, la piel brillante, las agallas que estén oscuras no es señal de frescura.
- El olor: Es uno de los síntomas que más pronto nos alerta de su frescura, debe darnos olor a mar.
- La carne del pescado: Debemos pedirle al pescadero que presione la carne del pescado con su dedo, la carne del pescado tiene que estar firme sin que se hunda a la presión del dedo o que se marque la huella.
- Las escamas no deben desprenderse con facilidad.
- Las espinas deberán estar pegadas a la carne.
Siguiendo estos consejos sin lugar a dudas sabremos reconocer el pescado fresco y como hemos dicho anteriormente es un alimento que no puede faltar en una dieta sana y equilibrada.
Es además un alimento importante en el crecimiento de los niños-as por lo que debemos ofrecerlo a los peques 2 o 3 veces a la semana.

Algunos niños-as les cuesta comer pescado, nos toca a los padres y madres hacer volar un poco nuestra imaginación y preparar recetas con pescado que resulten atractivas o divertidas para los peques ya sabemos que la mayoría de las veces los niños-as se animan a comer por lo que ven.
Una de las formas de cocinar el pescado para aprovechar mejor sus propiedades y beneficiarnos de todos sus nutrientes es cocinarlo a la plancha con unas gotitas de aceite de oliva virgen, prepararlo al horno, o simplemente hervido.
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