La flora intestinal son las bacterias que viven en nuestro intestino, y que realizan funciones importantes para tanto para la salud del sistema digestivo como para el resto del organismo. Cuando el equilibrio que hay entre las bacterias buenas y las bacterias patógenas se rompe, sucede que proliferan las bacterias patógenas y como consecuencia de esto comenzamos a notar los síntomas asociados a una flora intestinal que no está sana.
Nos encontramos, en estos casos, ante una flora intestinal dañada o alterada. ¿Y cuáles son esos síntomas? Entre los más comunes podemos mencionar los siguientes: problemas a la hora de hacer la digestión, hinchazón abdominal, flatulencias y gases, cambios en el hábito a la hora de ir al baño, cambios en las heces (con olor desagradable), aumento de las infecciones (dado que nuestras defensas se encuentran alteradas) y cólicos intestinales que ocasionan a su vez dolor abdominal.
Regenerar la flora intestinal de forma totalmente natural es posible a través de la alimentación. Alimentación que deberá ser la adecuada así como llevar también unos buenos hábitos y trucos culinarios que nos ayudaran también en este cometido.
Tener una flora intestinal sana es imprescindible para tener un sistema digestivo sano y prevenir así las enfermedades. Cuando tenemos una flora intestinal regenerada con su equilibrio recuperado, notaremos como ganamos vitalidad, a la vez que reforzamos nuestras defensas.
Las causas por las que la flora intestinal puede debilitarse pueden ser varias como: el estrés, el abuso de laxantes, tratamientos largos en el tiempo con antibióticos, enfermedades intestinales como pancreatitis, colon irritable, diverticulitis, enfermedad de Crohn, la edad, una alimentación inadecuada y diversos trastornos en la alimentación.
Debemos tener en cuenta que para cuidar la flora intestinal tenemos que prestar atención a lo que comemos, y a cómo preparamos las comidas.
Alimentos que debemos incluir y los que debemos evitar
Los alimentos recomendados para cuidar la flora intestinal son y que debemos incluir en nuestra dieta son: los alimentos probióticos como los yogures, el kéfir, los quesos. Cereales integrales, salvado de avena, verduras y frutas preferentemente frescas, zumos vegetales y zumos de futas, legumbres y las semillas de lino.
Los yogures, por ejemplo, son especialmente aconsejados porque son productos tremendamente ricos en microorganismos beneficiosos para nutrir nuestra flora intestinal, mientras que tanto los probióticos como los prebióticos aportan bacterias vivas y ácido láctico, útiles para el fortalecimiento del sistema inmunológico.
También destacan otros alimentos como el kéfir, que es un alimento probiótico útil para la regeneración de la flora intestinal. Los alimentos con alto contenido en fibra son ideales para la salud del intestino, así como la raíz de jengibre, que ayuda a cuidar nuestro sistema digestivo.
Además de los indicados, destacan otros alimentos como el plátano, el maíz, la soja, la cebolla, el ajo, espinaca y alcachofa.
Los alimentos que debemos evitar son: los embutidos, las carnes grasas, los ahumados, la mantequilla, la nata y las bebidas alcohólicas.
Buenos hábitos culinarios para cuidar nuestra flora intestinal
Además de los consejos indicados anteriormente existen algunos hábitos culinarios y nutritivos que nos serán de igual ayuda. Son los siguientes:
- Lavar cuidadosamente tanto las verduras como las hortalizas.
- Lava las frutas incluso cuando les quites la piel.
- Es mejor optar por los productos ecológicos o de origen biológico.
- Evita los fritos y las frituras, y sí acaso recurres a ellas no reutilices los aceites.
- Es mejor optar por cocinar de manera más saludable como, al vapor, a la plancha, al horno, cocer o hervir los alimentos.
- No es aconsejable cocinar en barbacoas y se debe evitar el consumo de alimentos quemados.
- Las carnes deben estar bien cocinadas, que no queden crudas.
- Limita el uso de condimentos, y sobre todo el exceso de hierbas aromáticas.
- Evitar el uso de azúcar blanco y sustituirlo por azúcar moreno de caña, azúcar integral, o miel.
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