Todos los años durante los meses de otoño e invierno los casos de resfriados, gripes y en definitiva otras afecciones y enfermedades que afectan a nuestro sistema respiratorio, tienden a crecer enormemente. Pero estas épocas del año no son en realidad las únicas. Y es que también en la primavera, con la presencia de polen en el ambiente y otros alérgenos relacionados, son comunes las reacciones alérgicas.
Sea de una forma o de otra, es habitual que cada año muchas personas sufran de los síntomas más molestos de la rinitis, una enfermedad que afecta principalmente a la mucosa nasal y que entre otros síntomas produce estornudos, picor de nariz, obstrucción que puede impedir respirar con normalidad y también la existencia de molestas secreciones nasales.
En el caso de la rinitis una de las más comunes es la conocida como rinitis alérgica, que como precisamente te comentábamos en las líneas anteriores suele tener su punto álgido (en lo que a volumen de casos se refiere) durante los meses primaverales, puesto que uno de los principales factores que provocan su aparición son los conocidos como aeroalérgenos.
Es más, también es habitual el resto del año porque los ácaros del polvo -tan comunes en nuestra casa- se convierten también en otros de los «culpables» indiscutibles.
Sea como fuere, cuando la rinitis nos afecta o en definitiva cualquier otra enfermedad respiratoria como gripes y resfriados comunes, la clave está en tratar de mantener una adecuada salud y limpieza nasal.
De hecho, en el caso de problemas respiratorios como por ejemplo es el caso del asma (u otros problemas pulmonares), pueden verse empeorados ante la presencia de secreciones de la nariz y los senos paranasales, sobre todo durante la noche.
Por ello es interesante descubrir los beneficios del agua de mar contra la mucosidad, y más especialmente, por qué es tan importante realizarlos lavados nasales con regularidad, preferiblemente con agua de mar pura o simplemente con agua de sal. ¿Sabías que son especialmente útiles para aliviar la mayoría de síntomas molestos que afectan a las vías respiratorias superiores?.
En el caso particular del agua de mar se convierte en un excelente antibiótico y bactericida natural, además de actuar como un maravilloso antialérgico útil precisamente para aquellas personas que presentan hipersensibilidad a diferentes alérgenos. Pero es mucho más que eso, ya que es capaz de regenerar nuestras células, disminuir la irritación de los tejidos, y actuar como antiinflamatorio y analgésico.
¿Y qué hacer si no puedes ir a la playa y sumergir tu cabeza en el agua de mar, como forma de eliminar la mucosidad o reducir las molestias relacionadas con la rinitis, la sinusitis o el simple catarro?. Muy sencillo: puedes optar por hacer en casa una sencillísima solución salina ideal para hacerte lavados nasales.
Debemos recordar en este punto que los lavados nasales son tremendamente útiles porque nos ayudan a limpiar la mucosidad presente en la nariz, elimina la presencia de posibles alérgenos e irritantes en la misma, y además disminuye la molesta hinchazón que puede a su vez estar causando la aparición de congestión nasal y mucosidad.
Cómo hacer tu propia solución salina para lavados nasales
Para elaborar tu propia solución salina en casa ideal para lavados nasales solo necesitas 1 vaso de agua, 1 pizca de bicarbonato de sodio y 1 cucharadita de sal sin yodo (esto es muy importante, dado que el yodo tiende a producir irritación si es utilizado por periodos largos de tiempo).
El proceso es muy sencillo: solo tienes que añadir en vaso pequeño el agua y calentarla un poco. Luego déjala enfriar hasta que se quede tibia. Ahora añade la sal sin yodo y el bicarbonato sódico, y mezcla bien con ayuda de una cuchara.
¡Listo! Solo tienes que poner esta solución salina en una perilla y realizarte el lavado nasal como habitualmente haces. Eso sí, si tienes mucha congestión nasal puedes utilizar la totalidad de la solución que acabas de preparar.
Y, en caso de que te sobre, lo ideal es retirarla y cuando vayas a volver a hacerte un nuevo lavado nasal prepararla otra vez.
¿Y cómo realizarte el lavado nasal? Es muy sencillo: lávate las manos e inclina tu cabeza hacia abajo sobre el lavamanos. Introdúcete la perilla en un lado de la nariz, y con los dedos apriétate el otro lado de la nariz (de esta forma evitarás que la solución se salga). Aprieta ahora con suavidad la perilla.
¡Ya está! Solo debes repetir el proceso para hacerte el lavado nasal en el otro lado de la nariz.
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