Por lo general tenemos asumido que las fiestas navideñas son una época del año para reencontrarse con la familia, algo que en nuestro país suele significar comidas, cenas y largas sobremesas en casa de parientes más o menos próximos, aderezados con interminables sesiones de “shopping”, ya sea con el objetivo de completar la decoración de la casa, abastecer nuestras despensas en vista de los ágapes de rigor o comprar regalos para familiares y amigos.
Pero ¿y si hubiera una manera diferente de pasar la Navidad? No hablamos de dejar de lado a nuestros seres queridos y desaparecer sin dejar rastro, pero la verdad es que cada vez hay más gente que se reserva unos días por estas fechas para aprovecharlos en conocer otras culturas, otras maneras de celebrar las fiestas y algunas de las ciudades y países más originales para ello. Tanto si viajamos en solitario, como en pareja, con niños o acompañados de la familia más cercana, a continuación te sugerimos algunos de los destinos más atractivos donde disfrutar la Navidad de otra manera.

5 opciones ideales para viajar en Navidad
New York, New York
Nada como la Gran Manzana para ponerse a fondo en modo navideño. Si hay una ciudad que deslumbra por estas fechas es la de los rascacielos, con su pista de patinaje en el Rockefeller Center, sus paseos por Central Park nevado, su interminable oferta comercial y de entretenimiento… probablemente Nueva York sea el lugar que mejor escenifica la Navidad en todo el mundo.

Alemania y sus mercados
La Navidad en el centro de Europa se vive, por lo general, de forma muy intensa. Las plazas más importantes de cada localidad se llenan de ferias navideñas, y las especialidades más típicas de estas fechas deleitan los sentidos de los lugareños y visitantes. Hablamos de vino caliente con especias, deliciosos dulces y platos que nos vendrán bien para entrar en calor.
De todas maneras, hay ciudades, como Núremberg, Dresden, e incluso las más grandes como Berlín, Múnich o Colonia, que destacan sobre el resto por su ambiente festivo tan característico, y que valen mucho la pena visitar.

Navidad en la playa
Sin duda, no es a lo que estamos acostumbrados, pero disfrutar de unos días de descanso en un paisaje idílico, rodeados de palmeras, nadando en aguas cristalinas y sacudiéndonos, solo de vez en cuando, la blanca arena para degustar un cóctel, siempre parece un buen plan.
Si bien es cierto que normalmente no pensamos en tostarnos al sol en diciembre, es una posibilidad a nuestro alcance a poco que dirijamos nuestra mirada viajera hacia regiones más tropicales pero, aún así, relativamente próximas. Para bolsillos más pudientes, recomendamos echar la casa por la ventana y aprovechar las vacaciones de invierno para hacer viajes de ensueño a Australia, Nueva Zelanda o Sudáfrica y comprobar “comerse los turrones” en pleno verano.
Visitar a Papá Noel
Esta opción es ya un clásico ideal para familias con niños pequeños. ¿Qué mejor opción que llevarle la carta a Papá Noel en mano? Pues en la Laponia finlandesa, más concretamente en Rovaniemi, lo podemos hacer, eso sí, conviene ir bien abrigados y hacerse a la idea de no ver el sol a lo largo de toda nuestra estancia, ya que tan cerca del Círculo Polar Ártico, la noche es permanente en invierno.

A cambio, si tenemos suerte podemos disfrutar de uno de los espectáculos más extraordinarios que nos puede ofrecer la naturaleza, las auroras boreales.
Practicar nuestro deporte favorito
Ya sea el esquí alpino, el de fondo o el snowboarding, en nuestro país gozamos de un buen número de instalaciones para practicar deportes de invierno, algunas de ellas de gran nivel, y las fiestas de Navidad son uno de sus mejores momentos. Además, ¡Andorra, Francia y los Alpes no están tan lejos! Pero si somos aficionados a otras actividades, como las náuticas, el golf, o los deportes de aventura, existen infinidad de destinos turísticos desde el sur del Mediterráneo hasta el Caribe donde podemos dar rienda suelta a nuestra pasión incluso cuando tocaría cantar villancicos.
Y si todo esto no nos convence, siempre nos quedan los clásicos: casi todas las capitales europeas tienen sus particularidades también en Navidad, así que aunque ya hayas visitado Madrid o Barcelona, París, Londres, Roma, Viena, Praga, Budapest, Florencia o Venecia, si lo haces en estas fechas tan señaladas seguro que te volverán a sorprender.
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